martes, 20 de noviembre de 2007

Ask to the dust


El día de su ineludible muerte. Arturo Bandini se levantó temprano por la mañana, peleándose con la luz que se colaba por una ventanilla. Sabía que su padre llegaría a verlo, pero aun así no lo esperaba. No esperaba nada, sólo las cuatro de la tarde y una soga como lija en su cuello. Como ahora, 12 años después, su padre, recordándolo, acompañándolo, pende de una biga frente a mí.

No hay comentarios: